Durante estos meses viviendo en UK me he dado cuenta que uno de mis mayores logros durante los últimos 6 o 7 años que llevo desarrollando software y proyectos personales ha sido el hecho de forzarme a mi mismo a escribirlos en inglés (algo patatero si, pero inglés a fin de cuentas), y posteriormente, si era necesario, traducirlos al español. No me refiero solo al código, sino sobre todo a la interfaz y la documentación.
También, a raÃz de esto, me he dado cuenta de uno de mis errores: no haberlo hecho con mayor ahÃnco.
Se contradice el primer párrafo con el segundo, pero es asÃ, a pesar de haber desarrollado muchos proyectos y escrito muchos textos y documentación en inglés, me he encontrado repasando trabajos de hace años en los que no tenÃa todo, o nada traducido.
Y ahora, en un paÃs anglosajón, introduciéndome en el mercado laboral, necesito un escaparate diferenciador más allá de un simple curriculum en inglés. No basta con saber esto o lo otro o haber trabajado con tal o cual tecnologÃa. Si puedes demostrar que has sabido aplicar tus conocimientos a proyectos tangibles, open-source, o desarrollos web ganarás puntos y la balanza podrá inclinarse hacia tà en lugar de hacia otro candidato al mismo puesto.
En mi web estoy publicando poco a poco proyectos personales que estoy recopilando de todos éstos años. No son técnicamente perfectos. No son ni tan siquiera aplicaciones que use la gente, pero son mi pequeño portfolio y muestra de que he hecho “cosas“.
Uno de esos proyectos, y quizás del que más orgulloso me siento, es una aplicación cliente-servidor en Java (interfaz AWT) que desarrollé como proyecto de estudios en 2003.
Lamentablemente el proyecto en su 95% está en español. Memorias, documentación técnica, presentaciones, gráficos… Lo único que, por fortuna, es bilingüe es la interfaz gráfica tanto del cliente como del servidor asà que al menos puedo mostrar pantallazos.
Y estamos hablando de un proyecto de gran envergadura.
Me llevará semanas traducir todo el material, si es que al final me animo a hacerlo.
Por lo tanto, un consejo para proyectos personales: desarrolla, escribe, documenta, haz todo lo que puedas en inglés y luego, si lo crees conveniente, tradúcelo al español. Incluso aunque tu inglés no sea perfecto! Te costará muchÃsimo menos esfuerzo que a la inversa, y tendrás una ventaja competitiva que ni te imaginas.
Una vez que tienes una memoria de proyecto de 50 páginas en perfecto español, créeme que salvo extrema necesidad no te pondrás a traducirlo al inglés. A mi me ha pasado.
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